Uno de cada 5 residentes en la Comunidad de Madrid es extranjero según los últimos datos sobre población extranjera de la autonomía. Esto continúa haciendo que Madrid se sitúe entre las comunidades más acogedora de inmigrantes. En el último año, el descenso en los números de este colectivo se ha visto disminuido debido al alto número de nacionalizaciones que se produjeron en 2010-11. Sin embargo, la realidad es que la población inmigrante continúa precisando de un sistema de protección social que les permita integrarse en nuestra sociedad.
Supone una parte de nuestra población que encuentra muchas dificultades al llegar a Madrid: el idioma, la obtención de papeles, la búsqueda de empleo, son algunas de ellas. A esta dificultad de integración se le suma la variable de género. La mujer, que viene a España apoyando un proyecto de migración del que no siempre se siente partícipe y con aspectos culturales que le impiden, en muchos casos, generar una red de apoyo familiar y de amigos; se encuentra en España sin familia cerca y sin una red de apoyo puesto que el idioma y la falta de espacios le dificultan esta entrada.
Las plataformas sociales de Pinardi continúan desarrollando el programa de atención y capacitación centrado en el aprendizaje de la lengua y el conocimiento de la cultura autóctona. A través de alfabetización y las actividades de ocio el programa pretende favorecer la integración de las mujeres inmigrantes. Con países de origen que van desde Marruecos hasta China, pasando por África, encuentran en nuestra entidad la red de apoyo que les permite un salto a la ciudadanía plena. Con recursos transversales de apoyo como búsqueda de empleo, intervención familiar y asesoría jurídica se complementan estas actuaciones.
Como ejemplo de esta experiencia, se encuentra el proyecto Barrio Abierto en la plataforma social Valora, que atiende a más de 40 mujeres al año en el municipio de Parla, el cual condensa el mayor porcentaje de población extranjera de la Comunidad, también el proyecto Vientos de Cambio en la plataforma social de Naranjoven, Fuenlabrada, apoya a más de 15 mujeres en su integración y la mejora de la convivencia del municipio.
Las mujeres que llegan a las plataformas sociales son acompañadas en su proceso de cambio. Con ellas se estructura el camino a recorrer en base a sus necesidades. Un camino que al principio parece difícil, ir a clase (como sus hijos), escribir y leer (En muchos casos por primera vez), tener que comunicarse con las compañeras y educadoras, etc. Poco a poco, las clases de castellano les permite conocer el idioma hablado y escrito para la realización de sus actividades diarias, cosas como leer las notas que sus hijos sacan en el colegio o poder comprender bien los carteles cuando van a la compra; y poco a poco también van generando espacios y redes de apoyo, las actividades comunitarias de participación social les ayuda a dar los primeros pasos, las excursiones y salidas culturales; tras algunas convivencias ya cuentan con algunas amigas con las que además de aprender, pueden apoyarse para continuar integrándose en el barrio.