Llegó el peor momento del día, despertarnos a las 6:30 con un audio de Casti. Una vez levantados nos preparamos, nos aseamos y desayunamos para estar listos porque Tomassino nos venía a recoger para ir al instituto. Entramos a las 8:30 al instituto con unos compañeros con un idioma diferente al nuestro al que entendíamos a medias. A los chicos de electricidad nos pusieron trabajo para hacer y las chicas de estética hicimos masajes por la mañana y después nos lo dieron a nosotras, por lo que fue una mañana relajante, por la tarde tocó manicura.
Salimos a la una para comer al restaurante de la estación y nos pusieron una comida para algunos deliciosa y para otros no tanto.
Volvimos a entrar a las dos para salir nuevamente a las cinco tan ansiosos de llegar a casa para descansar e ir al restaurante para cenar a las siete menestra de verduras, salchichas con zanahoria y muffin. Una vez cenados, nos fuimos a casa para seguir descansando y asearnos para irnos a dormir.