Si tenemos que destacar algo de estos meses de trabajo de nuestros equipos es el gran esfuerzo realizado para poder seguir interviniendo con nuestros chicos y chicas. Hacernos presentes en este momento difícil para todos, pero especialmente para nuestras familias que han sido golpeadas, si aún cabe, con más fuerza. Nos hemos puesto manos a la obra y hemos adaptado nuestra intervención para intentar llegar poco a poco a todas y cada una de ellas.

Para ello, el primer reto ha sido el medio para poder llevar a cabo nuestra actividad. Una vez contactadas todas las familias por teléfono y valoradas sus necesidades de conectividad se ha desarrollado una búsqueda de recursos para poder cubrirlas. Por un lado, detectamos que estas necesidades no estaban sólo para con nosotros sino también a la hora de realizar las tareas escolares y, por otro, que la falta de terminales y conectividad era más amplia de la que preveíamos.

Desde este momento, tanto entidades como el programa CaixaProinfancia comenzaron a buscar cómo poder cubrir dichas carencias. Ha sido grande el esfuerzo interno, pero gracias a entidades como la Fundación Profuturo hemos repartido más de 30 tabletas en Tetuán y se nos ha hecho un poquito más fácil.

Paralelamente desde el Proceso de Desarrollo Comunitario de Tetuán se ha hecho una labor grandiosa a la hora de coordinar tanto recursos, como necesidades detectadas del barrio, lo que ha permitido poder dar respuesta a un mayor número de familias con necesidades de alimentación, vivienda, laboral educativa… Desde la Comisión de Educación del PDC y la Plataforma por la Educación Pública de Tetuán se ha creado el Grupo de apoyo a los centros educativos que ha comenzado a dinamizar esos recursos existentes para cubrir también la otra parte no digital del contacto con los centros educativos, coordinando la recogida y entrega a domicilio en papel de las tareas a aquellas familias que así lo necesiten. Aplaudimos su gran esfuerzo e iniciativa para acompañar siempre a la población del distrito de Tetuán.

La inversión que se ha realizado, tanto a entidad como a nivel territorio o programa, ha sido importante, y, sin duda, ha merecido la pena, ya que hemos podido llegar al más del 95% de las familias que son usuarias de nuestros programas. Ahora ya pueden nuestros profesionales seguir dándole vueltas a la cabeza para poder desarrollar los objetivos que nos fijamos con cada uno de los menores a través de una pantalla.

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