De la mano de Roy Miranda se desarrolló el taller sobre hiphop como forma de expresión.
Durante dos horas en el taller se mezcló la poesía, el ritmo y la crítica social. Los participantes fueron capaces de pintar con el lenguaje cada uno de sus barrios, cada una de las necesidades y cada una de sus aspiraciones.
La delincuencia, la contaminación, el abuso de poder, la envidia vecinal, la falta de centros comerciales que disminuye la oferta de ocio, los rumores, el maltrato, la educación, la falta de seguridad, fueron algunos de los temas elegidos por los jóvenes para rimar.