Me llamo Ana y soy una alumna en prácticas de la Plataforma Social Lumbre. Llegué a este centro hace tan sólo un par de meses y puedo decir que ya me siento parte de su gran familia. Se trata de un sitio con una atención cercana tanto hacia sus trabajadores/as como hacia todas las personas que acuden a los recursos que ofrecen, donde dejas de ser un mero número para convertirte en ser humano en el que depositar un poco de esperanza y confort. Y es, justo ésta, la clave de su éxito: empoderar a las personas, hacerlas sentir únicas.
Las prácticas en el área de empleo han superado con creces mis expectativas. Tengo que reconocer que llegué a este proyecto con un profundo desconocimiento en el tema laboral, sin embargo, con el apoyo de todo el equipo del centro la incorporación ha sido muy fácil. ¡Da gusto encontrarse con personas con tanta vocación e ilusión por lo que hacen cada día!
En cuanto al trabajo realizado con los beneficiarios del proyecto, no me cabe la menor duda de que los resultados son excelentes. Muchas personas llegan a Lumbre tras años de fracasos en otras entidades y descubren aquí una nueva forma de ser tratados. Su ilusión, cada vez que consiguen una nueva entrevista de trabajo, se transmite a través de sus ojos y sonrisa, no dudando nunca compartirla con el equipo. En el tiempo que llevo, he visto a jóvenes disfrutando como niños mientras aumentaban sus habilidades para encontrar trabajo y a adultos enfrentarse sin dudarlo a sus mayores retos.
La realización de estas prácticas me está permitiendo crecer no sólo a nivel académico, sino también personal. Está claro que la elección de un centro de prácticas nunca podrá ser una tarea fácil, pero puedo decir sin lugar a dudas que tomé la decisión correcta eligiendo a Pinardi.
Ana- Plataforma Social Lumbre