Hola, me llamo Lamin, y me gustaría contaros mi primera experiencia profesional. Nací en un pueblo de Gambia, en África. Al cumplir 17 años me embarqué en un cayuco durante 11 días con la ilusión de llegar a España.
Al llegar, tuve que empezar de cero, pasé algunos años aprendiendo el idioma y como se vivía en España.
En mi historia no me puedo olvidar de mi primo Famara. El tuvo la oportunidad de participar en el proyecto Hilton Hopes en 2012 me contó su experiencia y lo que supuso para el. Y me llevó a conocer a las educadoras de Pinardi.
Ya hace un año me ofrecieron participar de un proceso de selección para un proyecto nuevo en el que participarían 80 jóvenes. Yo sólo pensaba en la oportunidad que tenía delante. No sabía si llegaría al final porque no tenía experiencia. Pero sabía que tenía que dar lo máximo de mí para poder ser elegido. Era mi oportunidad. Tras pasar varias entrevistas en Pinardi y Meliá fui seleccionado.
Así fue como comencé mi formación con mis compañeros. Con ellos hubo momentos muy buenos, también hubo conflictos, pero juntos aprendimos a ayudarnos y trabajar en equipo.
Además de la cocina tuvimos clases de inglés, nos enseñaron a resolver problemas, a conocernos, atención al cliente y a comunicar. Todo ello me ha servido cada vez que he llegado a un hotel y he tenido que tratar con el público, el equipo de trabajo o mis jefes.
Y llegó otra fase de mi formación. De nuevo, volver a empezar. Recuerdo que estaba nervioso y me costaba recordar las recetas de la carta. Me encontré un equipo con años de experiencia que me ayudó y animó a seguir aprendiendo. Yo tenía claro que eso era lo que quería hacer, así que me esforzaba por aprenderme cada plato de la carta.
Cuando acabé mi formación, conseguí trabajo como ayudante de cocina en un restaurante por recomendación de mi jefe de cocina. Pero al poco tiempo me llamó para que volviera como profesional. Estuve unos meses en la que ya era mi casa. Hasta que llegó mi oportunidad de ir a trabajar a Benidorm al hotel Meliá Villaitana.
Una vez más tocaba volver a empezar. Esta vez no iba solo. Me acompañaban mis compañeras, Sara e Imane. Con ayuda de Pinardi nos instalamos en Benidorm. Allí he estado trabajando este verano durante tres meses. En un hotel distinto, con otro tipo de clientes. Han sido muchas horas de trabajo, pero para mí valió la pena por cada cliente que se iba satisfecho con mis platos y mi trabajo.
Este es la historia de mi ultimo año. Antes de acabar, quiero aprovechar para dar las gracias de forma especial a Javi. Él fue el primero que me enseñó la pasión por la cocina y por quien hoy estoy aquí.
Y hoy estoy aquí. Compartiendo mi historia. Mis emociones. Mis ilusiones. Gracias Famara. Y gracias a todos los que habéis hecho que hoy pueda contaros mi primera experiencia profesional.