Me llamo Marta Vara y trabajo en el Área de Proyectos y Comunicación de #PinardiSede, en Atocha. Os quiero contar mi última experiencia como cooperante en Sierra Leona con Jóvenes y Desarrollo, otra entidad salesiana.
“Los Salesianos de Don Bosco están presentes en los cinco continentes, en 133 países del mundo. Además de su labor espiritual y evangelizadora, desempeñan una importante labor educativa (escuelas de infantil hasta bachillerato, formación profesional, y universidades), de ocio y tiempo libre (oratorios), y de intervención social (obras sociales).
Las Misiones Salesianas, Fundación Jóvenes y Desarrollo – JyD (Bilbao, Valencia, Córdoba, León, Madrid), y la ONGD Bosco Global (Andalucía, Aragón, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, Región de Murcia), son las principales instituciones que apoyan los proyectos Salesianos en otros países desde España, especialmente en África y América Latina, haciendo actividades de sensibilización, buscando financiación, y enviando personal especializado donde les necesitan.
No fue mi primera experiencia por tierras africanas, tampoco la última, ni la primera vez que trabajaba con los misioneros salesianos, pero llegué a Freetown (Sierra Leona) para trabajar por 6 meses y se convirtieron en casi 3 años… ¡Con eso os digo todo!
Era el año 2016 cuando desde JyD me propusieron como destino Freetown para dar apoyo técnico en la oficina de proyectos de Don Bosco Fambul. ¿Esto qué significa?, por mi experiencia podía identificar nuevas ideas de proyectos, enviar reportes a los financiadores sobre el trabajo, revisar que se cumplían las normas contables y presupuestos, y dar formación al personal local.
Sierra Leona, marzo de 2016, pleno post-ébola. Los Salesianos habían hecho un gran esfuerzo para adaptar todas sus actividades y atender las necesidades de la población, lo que tuvo gran impacto emocional y en la convivencia, incluso para algunos que habían vivido la larga guerra civil en el país. Así comenzó esta aventura en una de las obras más completas que los Salesianos tienen en el mundo.
Los derechos de la infancia en Sierra Leona han sido constantemente pasados por alto. Durante el conflicto muchos menores fueron utilizados como niños soldado, a día de hoy se siguen dando casos de matrimonio infantil, hasta el año pasado las niñas embarazadas no podían acudir a la escuela por ley, y el tráfico de menores con fines de explotación laboral y/o sexual desde los pueblos a la ciudad a cambio de falsas promesas a las familias en situación de pobreza está a la orden del día. [Recomiendo el documental “Love” de Raúl de la Fuente y Misiones Salesianas].
Don Bosco Fambul trabaja en la Prevención-Reintegración-Protección-Rehabilitación y Reunificación de niños, niñas, y jóvenes de la calle a través de proyectos residenciales, educativos, de apoyo a las necesidades básicas (asistencia médica, apoyo psicosocial, apoyo legal), trabajo con las familias, trabajo comunitario, y campañas de sensibilización sobre los derechos de la infancia. Un equipo de más de 100 personas sierraleonesas especialmente relacionadas con el área social y de la administración hace esta intervención posible.
Durante tres años compartí casa, oficina, patio de juegos con las niñas y niños de los proyectos residenciales, algún que otro café con gente muy importante y, sobre todo, mucha calle con el vecindario del barrio, la juventud de las favelas, el equipo de Don Bosco Fambul. Auténticas supervivientes de la vida que me enseñaron que los proyectos con alma nacen de escuchar, ver y sentir, que tienen cara, reflejan vivencias y realidades duras, pero que con esto prácticamente los “formularios se completan solos”. Y esto es lo que intento aportar cada día al equipo de Pinardi.
https://www.jovenesydesarrollo.org/actualidad/trabajo-m%C3%A1s-bonito-del-mundo-sierra-leona