Mi camino en Lumbre empezó a los 11 años. No quería estudiar. No me fiaba de nadie y a la vez no tenía muchas ganas de seguir creciendo. Si he de ser sincero, llegué aquí por obligación. Recuerdo todas esas tardes rodeado de chavales humildes como yo, que “solamente” necesitábamos un pequeño empujón por mucho que nos negáramos a estudiar. Siempre estaba ese animador/educador para que, de alguna forma, pudieras aprovechar el tiempo. Esas meriendas en el descanso de tareas eran lo más, siempre acababas hablando de cosas muy interesantes, simplemente porque la gente en Lumbre lo es. Estoy seguro de que esa merienda que nos daban no podrían disfrutarla muchos otros chicos en sus casas.

Siempre he agradecido a Lumbre su acogida, y más aún cuando “menos” me la merecía. Siempre tenían los brazos abiertos para mí, incluso en las etapas más irregulares de mi vida. Los educadores, aun con todo, me han seguido llamando, buscándome y preguntando por mí todos estos años.

Hoy en día tengo 18 recién cumplidos. Hace nada de tiempo que he vuelto a tener ganas de avanzar y seguir creciendo como persona y ahora me han abierto los brazos con voluntarios increíbles en todos los aspectos. La educación que aportan a los chicos y chicas es bastante de alabar, tanto a nivel emocional como a nivel de fe.

No hay que olvidarse de las Hijas de la Caridad. Tenemos mucho que agradecerles ya que lo dan todo para que muchos chicos sin recursos puedan seguir creciendo como personas y también espiritualmente. Pasarán los años y siempre estaré agradecido por todo lo que me han aportado. Espero que en el futuro pueda pertenecer a algún proyecto como voluntario en Lumbre. Siempre podrán contar conmigo. ¡Muchas gracias por todo!

Sergio- Proyecto Yesca (Plataforma social Lumbre)