Cuando uno interpreta su vida desde la fe desaparecen las casualidades y las fichas del puzzle de la vida empiezan a encajar. Y digo esto porque hubo un día o quizás muchos, en los que uno siente que detrás de lo que ocurre, de las cosas que a uno le pasan, hay un proyecto que Él está empeñado en llevar a cabo.
No es casualidad que yo sea salesiano o que en este momento esté en Las Naves, en Alcalá de Henares, animando tanta vida como cada día bulle tras estos muros que son testigos cada jornada de pequeñas o grandes historias de vidas que quizás no han sido bien tratadas o que juegan con desventaja, pero que encuentran la mirada y cariño de buenos samaritanos que les llevan a posadas de esperanza y de futuro; no es casualidad.
No es casualidad que un día surgiera en la historia un hombre como Don Bosco que se sintió tocado por Dios para tocar el corazón de tantos chavales que vivían en la cuneta de la vida. No es casualidad que este hombre fuera inspirado para fundar una Familia que continuara en el tiempo siendo prolongación de lo que él vivió con los chicos.
No es casualidad que muchas vidas mejoren cada día, aunque sea un poquito, cuando se suben a la barca de un programa educativo, de un proyecto, de un curso…, aun cuando parezca que ello ocurriópor casualidad: detrás hay una meta y un puerto al que el Buen Capitán quiere llevar a todos. ¡No es casualidad!
Antonio Esgueva- Salesiano en Plataforma Social Las Naves