“Por mucho que les demos la tabarra, nuestros educadores siempre estarán con nosotros”

pinardiBLOG

Hola, me llamo Marta Alexandra, tengo 18 años, soy una chica de Pinardi-Cabria, en Puertollano.

Os voy a contar cómo ha sido mi experiencia durante estos 13 años. ¡Uf, diréis, son muchos, pero ya veréis como no es tanto y os contaré como llegué!

Bueno, aquí va… Antes de llegar a Pinardi-Cabria, estuve en el proyecto de apoyo escolar del Centro Juvenil Puertobosco. Me acuerdo como si fuese ayer, sé que entré por la puerta de la Casa Mamá Margarita y estaba asustada porque no sabía dónde iba ni con quién me iba a encontrar, ni nada…  Cuando llegué, vi una puerta al lado del baño y toqué para ver si era mi clase. Me atendió Raquel y me dijo: “Buenas Marta, tu clase está al fondo”.

Este fue mi primer contacto con ellos y así fue como conocí a Raquel. Entre juegos y deberes pasó el tiempo y llegó el momento de entrar en #PinardiCabria. A mi abuela se lo propusieron y, aunque estaba nerviosa, porque eran los mayores, lo cierto es que todo fue más fácil de lo que pensaba. Ya conocía a los educadores y algunos compañeros, porque a veces, jugábamos juntos en los recreos.

Bueno, y ahí conocí a mis educadores José, Bea, Esther, María y Noé, que me acogieron muy bien, la verdad. Cualquier cosa que necesitaba, ellos estaban ahí. Da igual el problema que tuviese que ellos siempre estaban ahí y están, hoy en día, para quien sea. Da igual que ahora, por mucho que le demos la tabarra, o por mucho irritamiento que le demos, siempre estarán con nosotros.

Mis compañeros me acogieron muy bien, algunas veces teníamos nuestros malentendidos, pero con paciencia y hablando las cosas se soluciona todo. Pasaron los meses y cada vez me sentía como una más. Jugaba con mis compañeros, sobre todo haciendo talleres, que es donde más conoces a las personas y te socializas mucho mejor.

Después llegaron más educadores. Otro chico que se llamaba José, que era voluntario y, sobre todo, Marigar, que es una persona increíble y te llena de alegría. Todo lo que quieren nuestros educadores es vernos bien a cada uno de nosotros y sobre todo apoyarnos en todas nuestras decisiones.

Mi experiencia ha sido muy buena durante estos 6 años en Pinardi-Cabria, estando junto a esta FAMILIA, he aprendido muchas cosas en la vida, pero donde esté un patio y gente así de buena y generosa, que se quite todo lo demás. Para mi cada vez que tenía un taller, por ejemplo, de habilidades sociales, me encantaban porque aprendes cómo es la vida en sí, porque cuando ya tienes una cierta edad, ya piensas de otra manera.

También me gustaban mucho los talleres de “lúdico”, que aprendes a relacionarte con otras personas a través de actividades divertidas, y   el taller de “deporte”. De este último taller he aprendido que no se gana ninguna copa ni mucho menos. Se trata de pasarlo bien y que no importa si hemos perdido, que en otra ocasión seremos ganadores, lo importante es que lo pasemos bien.

Ya me toca decir adiós, pero no es una despedida como tal, son 6 años en Pinardi-Cabria y es una gran experiencia la que me ha servido para mi vida. Dejo muchas cosas atrás pero siempre se quedarán en mi recuerdo, siempre que pueda iré a ver a mis educadores y por supuesto a mis compañeros.

A los jóvenes que entran nuevos quiero decirles que no tengan ninguna vergüenza, que los educadores los van a acoger muy bien, les van a apoyar en todo lo que sea necesario, y al final todos se sentirán orgullosos: los educadores y ellos mismos, aún más. Espero que estéis a gusto como lo he estado yo durante 6 años y muchas gracias a todos por haber formado parte de mí.

¡Os quiero un montón y muchos saludos!