“Se nota el estilo salesiano en su educación y valores”

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Compartimos con todos vosotros el testimonio de una de nuestras educadoras de Socioeducativo que nos ha querido contar cómo fue la convivencia del fin de semana pasado en La Adrada.

“El sábado 11 de Mayo jóvenes de las Plataformas  Pinardi-Paseo, Pinardi-Lumbre y Pinardi-Estrecho fueron de excursión a la Adrada para poder compartir un espacio en el que no faltaron las risas ni las ganas de disfrutar.

Por la mañana nos pusimos en marcha, un viaje en autobús con muchas caras reconocidas que hicieron del viaje un trayecto muy ameno. Nada más llegar a la Adrada desayunamos, para posteriormente realizar actividades de presentación con el fin de crear grupos para los diferentes juegos. Tuvieron que buscar por todos los espacios papeles donde aparecía su nombre y una característica de un animal. Cuando lo encontraban, tenían que averiguar a qué animal le correspondía esa característica y así poderse juntar con dicho animal, o mejor dicho, con su educador.

Al finalizar, todos los equipos jugaron a bandera, era increíble ver como todos estaban entusiasmados con la actividad, tanto, que muchos querían esconder la bandera en los cactus que estaban en el recinto. Era sabido que no se iban a dejar ganar tan fácil.

No peor fue la comida, ¡Menudo banquete! los mejores espaguetis a la boloñesa que habíamos comido desde hacía tiempo, inmejorables y difíciles de igualar por un cocinero italiano.

Por la tarde, tras un tiempo de descanso y de tiempo libre donde los menores se relacionaron entre ellos, sentados en el césped, cantando y jugando, nos pusimos en marcha con el momento formativo, dónde hablamos de respeto a través de diferentes imágenes. No es porque formen parte de nuestro Proyecto, pero se notaba que nuestros menores están educados en valores humanos y cristianos, con estilo salesiano.

Finalizamos con la merienda y los deportes, dónde balón prisionero fue la estrella y dónde por esquivar el balón hubo muchos estrellados y estrellas, por supuesto.

El regreso fue divertido, el conductor puso la música alta y no desaprovechamos la oportunidad para cantar y contar chistes. Sabemos que las despedidas no son muy agradables, pero sabíamos que nos volveríamos a ver en el campamento, por lo que no fue un “adiós”, fue un “hasta luego”.