Conozco la Plataforma Social Pan Bendito desde hace más de 11 años, ahora mismo tengo 26 años, cuando llegué aquí era menor de edad y tenía una situación muy complicad, no sabía lo que tenía que hacer, ni dónde ir. Aquí me ayudaron.
Aquí me enseñaron el idioma, venía a clases de español por las mañana para poder aprender a leer y a escribir. Después me metieron en el taller para aprender a hacer serigrafía, allí me lo pasaba muy bien con los profes y con el resto de compañeros. Nos echaban muchas broncas si llegábamos tarde pero siempre nos atendieron bien. Aprendí a hacer muchas cosas y aunque ya no existe el taller los locales me traen muchos recuerdos.
Después de unos años fuera de Madrid he vuelto a Pan bendito y estoy encantado. Ahora he vuelto y estoy con la búsqueda de empleo, mi situación es algo complicada a la hora de encontrar trabajo pero aquí me ayudan con todo lo que pueden y me gusta venir porque son como mi familia, me siento como en casa. Tienen mucha paciencia conmigo y me van enseñando muchas cosas.
En los momentos más difíciles han estado ahí; cuando he pasado hambre, frío o no sabía dónde ir… La Plataforma Pan Bendito es mucho más que un sitio de búsqueda de empleo, es un lugar donde nos encontramos con gente que está pasando por lo mismo que nosotros, gente que se siente bien en casa, como yo.
Gracias a Pan Bendito y a sus educadoras ahora soy otra persona, todavía me falta mucho pero sé que mientras estén ellos tendré un sitio donde acudir.
ACHARAF