Ya por fin llegó viernes, fuimos al instituto y las chicas de estética se hicieron un masaje de pies super relajante. La profesora nos miró, nos tocó los dedos de los pies y adivinó cómo era cada una de nosotras personalmente. Los chicos nada más llegar a clase vimos que estaba toda la clase limpiando y nos dijo el profesor que era porque nos íbamos a la sala de informática. Al llegar allí, nos dio un papel con un esquema de un circuito y lo tuvimos que dibujar exactamente como estaba en el papel con escuadra y cartabón. Después nos dieron una charla sobre una casa de madera, bueno eso creemos tampoco entendimos mucho de lo que nos decían.
Por fin llegó la hora de comer y mientras todos se iban ya a su casa, nosotros teníamos que volver a dar clases de italiano y tuvimos que irnos a las 5.
Al salir del instituto fuimos a visitar el Castello di Fossano pero no nos dio tiempo a verlo todo porque teníamos que ir a alquilar una furgoneta para la excursión del día siguiente. Mientras Paula y Saray fueron a por la furgoneta, los demás nos quedamos dando vueltas por las calles del pueblo hasta que por fin llegaron.
Al llegar a casa cenamos perritos calientes y filetes de pollo con patatas, ¡cómo echábamos de menos esas comidas!
A día de hoy, Elsa sigue sin pilas.