”No me quejo, a mí me va bien”

pinardiNOTICIAS

El próximo objetivo de Jorge es aprobar el carné de conducir. Y es que para llegar a su actual trabajo invierte 4 horas diarias. “En coche a la finca tardaría 30 minutos, ahora utilizo el metro, bus y bici”. Jorge es muy responsable fuera y dentro de casa. Es de los mayores de Casa Garelli, y es quien se encarga de dar la bienvenida a los chicos que vienen nuevos, quien les cuenta las normas, las labores del hogar, cómo es el barrio… sobre todo es el encargado de crear un clima de convivencia y participación de la vida comunitaria de Casa Garelli, uno de los ejes metodológicos sobre los que se asienta el programa residencial de autonomía de Pinardi.

Durante el confinamiento terminó su Grado Medio de Técnico de Agropecuario y en el mes de mayo fue contratado en El Sembrador, donde realizaba las prácticas desde el mes de septiembre del año pasado. “La verdad es que no me quejo, a pesar de la situación tan mala que hay por la Covid, a mí me está yendo bien”, reconoce Jorge quien cuenta con más experiencias laborales trabajando en limpieza en el suburbano madrileño y en un hospital de la capital.

Trabajar en el exterior tiene sus ventajas, no estás encerrado, pero es muy cansado y cuando el día es caluroso es como trabajar en un horno”. Dice Jorge que desde que trabaja en el campo se ha convertido en un experto del clima y de la agricultura ecológica puesto que se encargar de cosechar, cuidar, probar y empaquetar y repartir los pedidos que tienen en tiendas y restaurantes. “Ya me lo dice mi jefe, el primero que tiene que comer es el hortelano. Este negocio está en auge porque la gente tiene que seguir comiendo”.

A media tarde es cuando suele llegar a su hogar de Vicálvaro. Jorge llegó en 2017 a Casa Garelli, al piso de Carabanchel, pero, hace un año, se pudo mudar porque le venía mucho mejor para el trabajo. Jorge convive con otros chicos que también están estudiando y/o trabajando y cuentan con el apoyo educativo y personal de varios profesionales de Pinardi que realizan con todos ellos un trabajo integral y personalizado.

 “Casa Garelli”, que recibe su nombre en homenaje a Bartolomé Garelli, un joven muy especial para Don Bosco, atiende en cuatro viviendas a 20 jóvenes, con el apoyo de 6 profesionales y un salesiano, desarrollando un proyecto educativo integral (social, personal, emocional, autonomía, educativo y laboral) con todos los jóvenes.

Si le preguntas a Jorge por su sueño lo tiene claro “volver a mi país y encontrarme con mi familia”. Desea que esto ocurra en unos meses, en diciembre quizás… Hasta entonces sigue estando muy agradecido a Pinardi por la oportunidad de haber compaginado los estudios con varios trabajos y vivir estos 3 años y algo más en Casa Garelli.