Matilde López
Valora es donde “Trabajo, Trabajo, Trabajo”. Son ya muchas semanas yendo a Parla, donde he aprendido que siempre hay que estar adaptándose: cambios de chicos/as, de perfil de destinatarios/as, de compañeros y de compañeras, de espacios, de horarios, de prioridades, de proyectos, hoy toca ir allí, mañana toca venir… pero siempre trabajando de la misma manera:
- Pensando en los chicos y chicas y en sus familias
- Cuidando el ambiente
- Acogiendo sin límites
- Procurando el bienestar de todos y todas
Todo esto toma más sentido cuando has podido conocer los orígenes y cuando has podido profundizar en la ESENCIA, pues el pasado mes de Abril tuve oportunidad de ir a Turín, ¡experiencia que recomiendo sin lugar a dudas!
Estas ideas se convierten ya en mi manera de enfrentarme al mundo: “Estad siempre alegres”. Pero no alegría ligera, sino una alegría que nace del interior, del poder apreciar la belleza del día a día, la alegría de poder adaptarse, de ser “alquimista de la incomodidad”, la alegría de sentir la armonía y sobre todo el poder transmitirla a los destinatarios y destinatarias, y a los compañeros y compañeras, ya que lo bueno de la alegría es que crece si se comparte.
Para mí, el trabajo en Valora es una actitud hacia la vida, la actitud que encontré hace años cuando entré el Oratorio siendo niña y que he ido mamando y madurando: la actitud de Don Bosco.